Titulares

Condenan dominicana Ana Julia Quezada a prisión permanente

Almeria, España.- El juzgado  decretó una pena de prisión permanente revisable con agravante de parentesco para la dominicana Ana Julia Quezada por el asesinato del niño Gabriel Cruz.

Es la primera mujer condenada a prisión permanente revisable en España.
La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a la dominicana de 45 años, según sentencia hoy notificada a las partes, a prisión permanente revisable por el asesinato, con el agravante de parentesco, de Gabriel Cruz, de ocho años, el 27 de febrero en Rodalquilar.

La  prisión permanente revisable es la condena máxima en España.

Además, la procesada ha sido condenada también por dos delitos de lesiones psíquicas a los padres de Gabriel Cruz, por ocultarles durante 12 días que había matado al niño «por sofocación», como explica la sentencia y dio por probado el tribunal, y a dos delitos contra la integridad moral, cometidos también contra los progenitores, Patricia Ramírez y Ángel David Cruz.

Estos delitos suman en total ocho años y tres meses más de condena sobre Ana Julia Quezada, según la sentencia hecha pública este lunes por el gabinete de prensa de la Audiencia Provincial almeriense.

Después de que hace 10 días el jurado popular estimara que Quezada fue la autora de la muerte de Gabriel con alevosía pero sin ensañamiento y sin premeditación, el tribunal presidido por la juez Alejandra Dodero se ha apoyado en el agravante de parentesco para condenar a Quezada a la mayor pena contemplada en el ordenamiento jurídico español.

Quezada, si la pena hoy establecida no es recurrida, pasará 25 años en prisión hasta la primera revisión de su condena.
Agravante de parentesco
Clave en el momentáneo desenlace de la causa -las partes podrían recurrir al Supremo en casación para tratar de modificar las penas, pero los hechos quedan ya establecidos por el veredicto del jurado y son inamovible- es que el tribunal presidido por Alejandra Dodero se ha apoyado en el agravante de parentesco para agravar la pena de Quezada y llevarla más allá del asesinato, hasta la prisión permanente revisable.

Aunque el padre de Gabriel y Quezada no están casados, ella se prevalió de su condición de pareja del padre para atraer hacia sí al niño y matarlo.

El Tribunal Supremo ha dudado en los últimos meses si es razonable usar la condición de menor de edad de la víctima para subir dos grados un homicidio en la escala penal, primero al asesinato, luego a la prisión permanente revisable.

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