Titulares

Joaquín Balaguer: El día que murió el último caudillo del siglo XX

Santo Domingo, RD.-  Eran las 4:30 de la madru­gada y Joaquín Balaguer, ese viejo caudillo que go­bernó el país durante 22 años yacía hace 11 días en una cama de la suite 406 de la Clínica Abreu, donde su corazón dio su último la­tido.
Con su muerte, hace jus­tamente 18 años, concluía una prolífera vida políti­ca de luces y sombras que afloraban desde el inicio de la Era de Trujillo (1930-1961).
Aquel domingo, un paro cardiaco sorprendió a Ba­laguer, de 95 años de edad, mientras dormía en su cá­lida cama del centro mé­dico, donde fue atendi­do permanentemente por doctores y enfermeras que en vano trataron de salvar­le la vida.
Luis Rojas, en ese momen­to director de la Clínica Abreu, dijo que luego de que se registrara el paro cardíaco en los monitores, los médicos procedieron a practicarle maniobras pro­tocolares de reanimación sin que se obtuvieran resul­tados satisfactorios.
De acuerdo a reseñas pe­riodísticas de la época, su último momento despierto lo pasó junto a Aníbal Páez, su asistente personal, quien se mantuvo acompañándole en el transcurso de su enfer­medad.
Tras su deceso, el cuerpo del líder reformista fue coloca­do en su residencia, ubicada en la avenida Máximo Gó­mez, donde se oficiaron dos misas; una encabezada por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y otra por el arzobispo de Santiago, Juan Antonio Flores.
En la vivienda, junto al fére­tro con su cuerpo, estaba un retrato suyo de fondo y una estatuilla de Jesucristo.
Alrededor del viejo caudillo se desarrollaban las visitas de los sectores políticos que alguna vez lo adversaron con fuerza o los que le te­mieron y amaron cobijados bajo el clientelismo que creó el manto de su poder.

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